La báscula es una pieza sobre la que se apoyan las palancas de repetición y escape. Mediante un sistema de ejes y un resorte, se consigue impulsar el martillo por medio de la palanca de escape de manera que, inmediatamente después, ésta se retira y deja que el martillo caiga sobre la palanca de repetición, quedando preparado el martillo para un nuevo ataque.
La única manera que encontré para hacer las piezas que conforman la maquinaria, fue con láminas de DM superpuestas en tres capas. Así, cortándolas con diferentes formas y superponiéndolas, conseguí las ranuras y salientes donde encajan entre sí todos los componentes.
Mucho trabajo. Es recomendable dibujarlas en filas ordenadas sobre un panel de DM, después recortar estas filas y pegar con cola en el margen inferior dos capas más de este material. Así en cada corte saldrán tres básculas. Hay que economizar tiempo y esfuerzo.
Se recorta una plantilla para hacer la báscula. La báscula está constituida por tres láminas de DM, recortadas a diferentes medidas, con el fin de que, al unirlas como si se tratara de un "sandwich", queden ya formadas las hendiduras y salientes necesarios para acoplar las palancas de escape y de repetición, así como el eje de dicha pieza y el muelle.
Hay que repetir la operación bastantes veces. No desesperen....
Después de cortar suficientes como para hacer 88 teclas, decidí que iba a ser demasiado complicado y tuve que reducir la tesitura a 45, que ya son bastantes teniendo en cuenta los medios y el presupuesto de que dispongo. Lo importante es no tener prisa, tomar descansos para pensar en los siguientes pasos. Es como una partida de ajedrez, en donde hay que prever la mayor cantidad de movimientos con el fin de cometer los mínimos errores. Si cometes un fallo en el diseño de la báscula, cuando las hayas recortado y pegado todas, te vas a arrepentir de no haberlo pensado un poco más. Por eso es mejor hacer las pruebas oportunas antes de ponerse a cortar como un loco.
Si tienes vecinos, lleva cuidado con las horas en las que realizas las tareas más ruidosas. Yo lo hago de 12:00 a 14:00 y luego por la tarde de 18:00 a 20:00. Por supuesto, tampoco todos los días. Aprovecho estas horas para cortar, taladrar, etc.; así que, durante el resto del día o de la noche, puedo realizar los trabajos más "finos" sin arriesgarme a molestar a nadie. Aunque resulte cómico, he pasado noches en vela pegando fieltros, haciendo muelles, poniendo ejes, dibujando plantillas, ensamblando piezas, encolando madera, etc.
Aunque al principio pareciera imposible que esto fuese a fructificar en algo; conforme pasa el tiempo, se da uno cuenta de que con ganas y constancia, pocas cosas se resisten. Es gratificante ver cómo, poco a poco, va tomando forma física algo que antes sólo era una serie de ideas confusas y abstractas dando vueltas en tu cabeza. Hasta que no te pones, no sabes qué es posible y qué no.
Cuando surja un problema, recurre a la improvisación, inventa tu propia manera de salir del paso. Por poner un ejemplo, en los orificios practicados para la inserción de los ejes, introduje a presión recortes de bastoncillos (de los que se emplean en la higiene personal), con el fin de minimizar el desgaste de una madera tan noble, como lo es el DM. jaja
Antes del lijado.
Después.
Aquí se aprecian las tres láminas que componen la báscula, así como las hendiduras y salientes sobre los que se montará el resto de las piezas.
et voilà!
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